Mundo Feliz a 14 de Junio de 2010
El caso de la guardería ABC cobró nuevos derroteros con la sentencia denominada Zaldívar, en la que se preservaban los derechos humanos de los niños que fallecieron; lo que se antoja como verdadera incongruencia o un artilugio legaloide para desviar el real sentido que debe cobrar la investigación.
El fondo de ese documento, buscaba responsabilizar a los titulares de las dependencias involucradas, y no así a quienes ofertaban el servicio y eran al mismo tiempo administradores y los directamente beneficiados.
Esto es, que se está llevando el asunto a terrenos desconocidos, porque parece más una estrategia de marketing que de justicia. Ya que al dar a conocer una sentencia favorable para los fallecidos y en contra de los funcionarios, existe la idea de que ya todo ahí quedó, Y eso no es así.
Se registran otros puntos que deben de ser contemplados y es el de que un funcionario público tiene límites de responsabilidades ya que un funcionario no puede ser culpable de lo que haga algún a persona que tiene en sus manos un permiso para realizar cualquier actividad, si incurre en anomalías entonces ¿serán responsables los funcionarios que dieron el permiso,? no así quienes están cometiendo el ilícito, es algo que no se puede concebir.
Algo no cuadra en todo el galimatías que se ha convertido el caso de la guardería ABC. Parece que se busca cuidar a quien está subrogada dicha estancia infantil y dando salidas que tiene a buscar alargar lo más posible el asunto y no afecte electoralmente.
No hay que perder de vista que previo a los comicios que habrá de gobernadoren doce entidades del país, se observa signos alentadores o en todo caso, desviar los asuntos a problemas de tipo cientista, a un caso que no tiene sino una única salida: la justicia. No hay que darle muchas vueltas.